Alcalá tenía a principios del siglo XX algo más de 11.000 habitantes y una tendencia de crecimiento que alcanza 15.0000 en los años 50. A partir de esta década, en los años 60, el crecimiento se incrementa fomentado por la implantación de nuevas industrias en solares con excelente comunicación con la capital (entorno directo de la NII) del Corredor Madrid–Guadalajara, a las que se incorporan los trabajadores de zonas rurales que convergen hacia los polos de desarrollo del centro y el norte del país.

A partir de los años 60 la industria pasa a ser la actividad dominante en el municipio mientras disminuye radicalmente el sector primario, que desaparece casi totalmente. Las primeras industrias se localizan entre la vía del ferrocarril y la carretera nacional, ocupando grandes superficies de suelo; por tratarse de empresas anteriores a los procesos de mecanización las mismas emplean una numerosa mano de obra escasamente cualificada.

De los 25.000 habitantes de 1960 se llega hasta los 130.000 al finalizar la década de los años 70, lo que significa más de 5 veces la cifra de partida; este crecimiento por su dimensión desborda todas las limitadas planificaciones anteriores por lo que, sin un planeamiento global que lo regule, la trama urbana experimenta crecimientos espasmódicos apoyados en la prolongación del viario, de los caminos o de las carreteras existentes sin seguir el ordenado viario propuesto por el plan del 1943.

Hasta los años 80 se construyen densos barrios de tipología de edificación abierta en altura en las cercanías del Centro Histórico, prolongando el primer ensanche hacia el este entre las calles Juan de Austria y Lope de Figueroa; al sur se colmata el espacio disponible entre las edificaciones militares y penitenciarias, en tanto que, al oeste, sobre el eje de la Av. Reyes Católicos, se ocupa hasta un 50 % de la antigua ciudad romana de Complutum.

La construcción residencial salta también la vía férrea en los márgenes de las carreteras secundarias a Daganzo, Camarma y Meco; ello se lleva a cabo con una carencia de las infraestructuras necesarias de saneamiento y lo que provoca para corregir este caos, una primera actuación planificada -denomina Plan Parcial Puerta de Madrid (1973)- llevada a cabo por el Instituto Nacional de la Vivienda.

Se trata de un desarrollo urbano lineal que parte hacia el oeste desde el Centro Histórico y que constituye una primera propuesta de ordenación adecuada por su buena localización y disposición urbana y arquitectónica. A las márgenes de las amplias vías de acceso, se organizan las edificaciones y se dota al conjunto de amplias zonas verdes y de equipamientos que separan las viviendas del tráfico de la Carretera Nacional II.

Ligeramente posterior al anterior desarrollo, desde 1977 hasta el final de la década, se materializa la promoción del barrio de El Val llevado a cabo por la iniciativa/promoción privada; su ordenación estructura toda el área residencial al este extendiendo por primera vez la trama urbana hasta lo que constituiría su límite natural por el sur: el río Henares. La ordenación se apoya en el tejido urbano existente implantando una trama reticular con edificaciones en tipología de edificación abierta y viviendas unifamiliares junto al río, de acuerdo con una disminución de densidades hacia el rio. Este plan contempla áreas de equipamiento y zonas verdes tanto interiores como en los bordes de la ribera.

Hasta ese momento los desarrollos se habían regulado mediante la aplicación de las ordenanzas -aprobadas en 1960- que no contemplaban ningún criterio encaminado a la protección del patrimonio histórico; como consecuencia de ello por una parte se acometen ampliaciones de viario y al tiempo que por otra parte se emplean tipologías inadecuadas en el propio Centro Histórico, aunque con consecuencias muy localizadas.

En 1968 se declara el Conjunto Histórico de la ciudad de Alcalá de Henares con una delimitación que coincide, salvo algunas zonas de borde, con el actual Centro Histórico; se impone un área de protección de carácter cautelar y el Conjunto Histórico de Alcalá quedará vinculado a la legislación supramunicipal de protección del patrimonio, contando con la preceptiva Comisión Local encargada de supervisar los proyectos de construcción o rehabilitación en el recinto declarado y de aplicar la una normativa específica redactado para ello.

En 1978 se adopta una nueva decisión administrativa, de las que jalonan la historia de la ciudad: la reinstalación de nuevo de la Universidad Complutense en Alcalá; para su implantación se aprovechan los terrenos del aeródromo militar en desuso existentes y la gran superficie comprendida entre las carreteras de Meco y la N-II.

Su creación inicial respondía a la voluntad de reducir la creciente congestión de las tres universidades madrileñas si bien, urbanísticamente, supone un nuevo factor de desarrollo y diversidad positivo en la ciudad, hasta ese momento abocada al monocultivo de industrias extensivas de mano de obra del corredor del Henares.


El proceso de redacción, tramitación y aprobación del planeamiento general de la ciudad en la década de los 70 es complejo ya que interfieren tanto las propuestas municipales (Normas Complementarias y Subsidiarias -NN.SS.- de Alcalá en 1975), como las supramunicipales (Estudio del Corredor del Henares, COPLACO 1971). La anulación por parte de la Audiencia Nacional de las NN.SS. las deja sin efecto para su modificación y adaptación a la ley del suelo de 1976.

Materialmente la crisis económica iniciada en 1975 hizo perder un tercio del empleo y redujo considerablemente la presión inmobiliaria de finales de los 70; ello permitió plantear por primera vez la previsión de las infraestructuras necesarias tanto para la ciudad consolidada como para los desarrollos planteados.

En esas circunstancias se aprueban las NN.SS. de 1984 que constituyen el primer planeamiento general que tenía por objetivo la preservación del patrimonio, la creación de zonas verdes y equipamientos, al tiempo que completar la estructura urbana de zonas periféricas dispersas.

Dicho planeamiento contemplaba la creación de un eje mixto terciario-residencial para el desarrollo urbano al norte de la estación, saltando la barrera del ferrocarril, como espacio de separación entre las zonas industriales del oeste y las terciarias de la Universidad situadas al este; las NN.SS. limitaron la edificabilidad de las zonas altamente densificadas, dotándolas de zonas libres, al tiempo que integró este nuevo ensanche en la estructura general, contemplando tanto la variante de la CN –II, como otras redes viarias previstas para el futuro.

Plano de calificación de las NN.SS. de 1984.

En 1991 se aprueba el Plan General vigente, redactado por la Compañía Planificadora; iniciado en 1988, cuatro años tras la aprobación de las Normas, que pretendía resolver los problemas de gestión que planteaban las NN.SS.

El Plan General supone, por primera vez en la historia de Alcalá, una propuesta de ordenación global que supera el concepto de la antigua ciudad medieval y sus ejes tradicionales.

Las líneas estratégicas que se plantean son:

  • Conclusión del desarrollo residencial en el ensanche norte.
  • Estructuración de las vías de ronda que cierren las conexiones principales de la ciudad.
  • Calificación de grandes superficies de espacios libres y ocio.
  • Mantenimiento del crecimiento residencial en el eje norte.
  • Establecimiento del sistema General de las márgenes del Camarmilla como separación con las áreas industriales.
  • Diversificación de la oferta industrial.
  • Creación del parque tecnológico de La Garena y del área de I + D de la Universidad
  • Creación de áreas terciarias y de equipo institucional en relación con los equipamientos y el transporte.

El plan recogía suelo residencial para generar unas 18.000 viviendas repartidas entre el suelo vacante y el de nueva creación; planteaba nuevo suelo industrial para generar 12.500 empleos en una industria que contaba con una capacidad residual de 8.000 empleos.

Plan general de Ordenación Urbana de 1991

La nueva ciudad hereda de la originaria el concepto de límite y las antiguas murallas son sustituidas por las barreras que establecen:

  • El río Henares al sur
  • La propuesta de ronda de circunvalación al norte (línea verde)

Dentro del nuevo recinto amurallado transcurren los ejes de comunicación herederos de los originales:

  • Antigua Nacional II
  • Variante de la N-II
  • Vía del tren

La gestión del Plan implicaba la redacción, aprobación y desarrollo de planes parciales algunos de los cuales estaban asumidos desde las antiguas NN.SS..

El desarrollo de los Planes Parciales programados por el Plan General tuvo un antecedente institucional en el Plan Parcial del Campus Universitario de 1990, redactado por la Oficina Técnica de la Universidad, o el Plan Parcial para usos industriales de la Garena de 1996, redactado por la sociedad ARPEGIO de la Comunidad de Madrid que fue modificado posteriormente en el año 2000 para incluir usos residenciales.

Alcalá de Henares en el topográfico 1/25000 del año 2000. Fuente: Planea Madrid

En 1.998 se aprueba el Plan Especial de Protección del Casco Histórico para la preservación del patrimonio histórico y vino acompañado con la inclusión de la Universidad y el Recinto Histórico de Alcalá de Henares en la Lista del Patrimonio Mundial de UNESCO en diciembre de 1998.

Con el inicio del nuevo milenio se desarrollan los trabajos urbanísticos en La Garena y de las zonas residenciales nuevas de Espartales Norte, límite del suelo urbanizable del municipio.

A partir de ese momento se inicia un proceso de revisión del Plan General que llevó hasta 2.012, pero que fracasó debido a nuevas legislaciones urbanísticas y sobre todo a la publicación del Plan de Gestión de las zonas protegidas a nivel europeo, LIC del Henares y ZEPA cerealista, que afecta al perímetro al norte del municipio y a las áreas de ribera del Henares. Este periodo coincidió con la burbuja inmobiliaria y las reconversiones de grandes industrias que afectaron a La Garena y a fábricas como Gal, La Seda, etc…

Tras este repaso breve de la historia urbanística moderna de la ciudad, se inicia en 2.017 un proceso de revisión del Plan General que tendrá que tener en cuenta cuál es el modelo de desarrollo urbanístico posible en un territorio con poca superficie disponible, siendo en su mayor parte zonas protegidas pertenecientes a la Red Natura 2000.

 

  • 1960

Ordenanzas Municipales publicadas tras diversos problemas en 1968

 

  • 1970

Alcalá de Henares se incluye en el programa de redacción de Planes Generales de Ordenación Urbana de COPLACO para los municipio del Área Metropolitana de Madrid.

 

  • 1971
Se redacta el “Estudio del Corredor Madrid-Guadalajara”, aprobándose un Avance a título indicativo.

 

  • 1975
COPLACO aprueba las Normas Complementarias.

  • 1984

Se aprueban las normas subsidiarias (NNSS)

  •  1991

Se aprueba el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alcalá de Henares como primer documento de planeamiento integral del municipio.

  •  1998

Se abordan los trabajos de revisión del PGOU de 1991 que culmina en un Avance del PGOU que fue sometido a exposición pública del 21/12/2001 al 19/02/2002.

  • 2005
La entrada de la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid obligó a una nueva exposición pública del Avance de octubre de 2005 a enero de 2006.

  • 2012
La Conserjería de Medio Ambiente obligó a introducir nuevas modificaciones lo que da lugar a su reformulación en 2012.

  • 2017
La aprobación del Plan de Gestión de la ZEPA y LIC conlleva una revisión definitiva en 2017.
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